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Caso de Mala Praxis quew no Querrias Cometer (I)

Cualquier viaje a la oficina del médico consiste en un compromiso bastante sencillo: usted pone su seguridad personal en manos de esa persona que fue a la facultad durante seis años, para arreglar algo de lo que no tiene ni la más remota idea. Pero como en todas las profesiones, algunos médicos son mejores que otros, e incluso los médicos tienen días buenos y días malos.
Y luego, están los médicos que deciden ser creativos a la hora de encontrar formas de hacer del mundo un lugar aterrador. Espero, amigos, que nunca os pillen en algo similar:

"Señor, me temo que sin querer hemos amputado su pene"
William Morrison se sometió a una prueba que requería hacer un lavado de su pene en una solución del tres al cinco por ciento de ácido acético. Desde luego escribir las palabras "ácido" y "pene" en la misma frase pone los pelos de punta. Pero eso no significa que todo vaya a ir mal ¿verdad?. Cuando finalmente llegó el momento, el señor Morrison la sumergió en una solución al 72 %.
Un caso raro ¿no es cierto? seguramente los médicos tienen mucho más cuidado cuando está en juego la integridad de sus pacientes.
No en el caso del médico mejicano Francisco Javier Valentin y Ortiz, que pese a su nombre de torero no era muy hábil con los objetos punzantes y se llevó por delante el pene de un paciente mientras practicaba una circuncisión.
Pero estos dos son sólo buenos candidatos para nuestras Olimpiadas de amputaciones de penes, la medalla de oro se la lleva un médico rumano, Naum Ciomu. Mientras operaba el miembro de un pobre tipo con un escroto extrañamente abultado perdió los nervios y cortó por lo sano el pene del paciente con su bisturí, lo puso sobre la mesa de operaciones y lo hizo pedacitos ante la atónita mirada del equipo de enfermeras. Parece ser que estaban demasiado preocupadas pensando en diferentes maneras de decir "¿Qué narices está pasando?" como para detenerlo.
Ciomu alegó enajenación mental a causa de unos problemas personales. Ya sabes, como cuando te sales de tus casillas y golpeas la pared. Es como eso salvo porque redujo el pene de un hombre a confeti. La historia terminó con la suspensión de la licencia, una multa de 100.000 £ y un reluciente pene afuncional hecho con piel del brazo.

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