"LOS SEGUROS BARATOS SON COMO EL VINO DE SEGUNDA CALIDAD, SIEMPRE TE HACEN DOLER LA CABEZA."

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Contacto Medico - Paciente en la Red (I)

No cabe duda de que la inclusión de Internet en el día a día del médico es ya una realidad, con ella surgen nuevos dilemas tanto en el ámbito bioético como en el técnico. La llegada a las consultas del que se ha dado a llamar paciente-informado es cada vez más frecuente y un creciente número de médicos han visto como sus correos electrónicos y perfiles en diferentes redes sociales recibían peticiones y consultas de carácter técnico o personal.
Mientras los pacientes buscan, cada vez más, una atención personalizada fuera de la consulta y del horario de trabajo del médico, los profesionales no están formados en la materia y se encuentran en cierto modo sobrepasados por este fenómeno. Es necesario comenzar a plantearse qué consecuencias tendrá para la relación médico-paciente la capacidad de estos últimos de localizar y contactar a los primeros en Internet a través de Redes Sociales, foros, blogs y demás herramientas que componen la Web 2.0.
Existen estudios sobre este fenómeno y tengo ciertas ideas en el ámbito bioético y de la intimidad que quiero compartir con vosotros para intentar llegar a algunas conclusiones sobre lo que nos depara esta mayor conectividad a los médicos que estamos plenamente integrados en la Red y el salto que supondrá en unos años la llegada a la práctica clínica de miles de colegiados que han nacido ya en la generación de los nativos digitales.
Con este propósito quiero comenzar una serie de artículos que agruparé bajo el mismo título de este post «Contacto médico-paciente en la Red» y me gustaría compartir con vosotros mis ideas de lo que nos deparará el desembarco masivo de las TIC en el ámbito de la bioética, pero más concretamente en lo que respecta a la intimidad e independencia del médico y a la relación médico-paciente. Pero más importante aún, quiero escuchar vuestras experiencias y vuestras impresiones.
¿Seremos capaces de dar respuesta a las pretensiones de nuestros pacientes?
¿Debemos agregar a nuestros pacientes en Facebook o en Redes Sanitarias?
¿Podemos enviar diagnósticos y opiniones clínicas por correo electrónico?
A estas y otras preguntas e inquietudes intentaré responder cada martes y espero que paséis por aquí para comentar y opinar, porque me interesa mucho conocer los puntos de vista de quienes ejercen la profesión y ya se han tenido que enfrentar a estas preguntas -en primera persona o de forma indirecta-.
Por cierto, que la primera entrada (quitando esta) estará dedicada al uso de Facebook, si conocéis algún caso interesante o alguna situación curiosa por favor hacedla llegar mediante los comentarios, vía Twitter (@somosmedicina) o por cualquier otro medio de los que podéis encontrar en la hoja de contacto.

Caso de Mala Praxis quew no Querrias Cometer (I)

Cualquier viaje a la oficina del médico consiste en un compromiso bastante sencillo: usted pone su seguridad personal en manos de esa persona que fue a la facultad durante seis años, para arreglar algo de lo que no tiene ni la más remota idea. Pero como en todas las profesiones, algunos médicos son mejores que otros, e incluso los médicos tienen días buenos y días malos.
Y luego, están los médicos que deciden ser creativos a la hora de encontrar formas de hacer del mundo un lugar aterrador. Espero, amigos, que nunca os pillen en algo similar:

"Señor, me temo que sin querer hemos amputado su pene"
William Morrison se sometió a una prueba que requería hacer un lavado de su pene en una solución del tres al cinco por ciento de ácido acético. Desde luego escribir las palabras "ácido" y "pene" en la misma frase pone los pelos de punta. Pero eso no significa que todo vaya a ir mal ¿verdad?. Cuando finalmente llegó el momento, el señor Morrison la sumergió en una solución al 72 %.
Un caso raro ¿no es cierto? seguramente los médicos tienen mucho más cuidado cuando está en juego la integridad de sus pacientes.
No en el caso del médico mejicano Francisco Javier Valentin y Ortiz, que pese a su nombre de torero no era muy hábil con los objetos punzantes y se llevó por delante el pene de un paciente mientras practicaba una circuncisión.
Pero estos dos son sólo buenos candidatos para nuestras Olimpiadas de amputaciones de penes, la medalla de oro se la lleva un médico rumano, Naum Ciomu. Mientras operaba el miembro de un pobre tipo con un escroto extrañamente abultado perdió los nervios y cortó por lo sano el pene del paciente con su bisturí, lo puso sobre la mesa de operaciones y lo hizo pedacitos ante la atónita mirada del equipo de enfermeras. Parece ser que estaban demasiado preocupadas pensando en diferentes maneras de decir "¿Qué narices está pasando?" como para detenerlo.
Ciomu alegó enajenación mental a causa de unos problemas personales. Ya sabes, como cuando te sales de tus casillas y golpeas la pared. Es como eso salvo porque redujo el pene de un hombre a confeti. La historia terminó con la suspensión de la licencia, una multa de 100.000 £ y un reluciente pene afuncional hecho con piel del brazo.