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EL CUENTO DEL HILO DEL AGUA

(Oscar Alfaro)
Era un hilo de agua que saltó de la roca y comenzó a corretear cuesta abajo. Un pájaro bajó a bebérselo y él dijo:
Ø No me tomes todavía, que soy muy pequeño y me consumirás todo
Ø ¿Pero qué más quieres? Así te llevaré volando por el aire, mientras que, arrastrándote como gusanillo, nunca llegarás a ninguna parte.
Ø Llegaré. Ahora mismo estoy en camino hacia el mar.
Ø Pero ¡qué optimismo! No comprendes que le mar está a miles de kilómetros de aquí, que hay que atravesar montañas, desiertos, en fin , casi toda la tierra
Ø No importa, ya llegaré
El pájaro no quiso escuchar más y echó a volar.
El hilo de agua siguió arrastrándose centímetro a centímetro. En todo el día sólo logró avanzar unos metros y luego la tierra se lo chupó.
Sin embargo, é siguió tironeando hacia arriba para salir a la superficie. Tuvo que humedecer el camino, que era el tributo pagado a la tierra, para que lo dejara seguir adelante.
Así fue hilvanando el camino con reflejos plateados. Una puntada aquí y otra más allá. Tenía que aprovechar las noches para caminar con mayor soltura.
Ya pasaba un mes que andaba en el camino; ya había crecido bastante, aunque estaba tan delgado por el esfuerzo, que en algunas partes se cortaba. Un día encontró en el campo a otro hilo de agua, que se detuvo a preguntarle:
Ø ¿A dónde vas tan apurado?
Ø Voy al mar
Ø ¿Cómo te atreves a pensarlo siquiera?. Si eres tan pequeño…..
Ø Llegaré
Iba a seguir adelante cuando se detuvo y le dijo:
Ø ¿Por qué no me acompañas tú? Unidos seremos más fuertes y llegaremos más pronto.
El nuevo hilito después de unas cuantas vacilaciones se unió. Y los dos continuaron el camino. De pronto, espantados, retrocedieron del borde un precipicio.
Ø ¡Cuidado, que nos desbarrancamos!
Ø ¡Adelante, que no hay otro camino!
Ø Ya es tarde…¡salta!
En efecto, ya era tarde. Y los dos hilos de agua, abrazados y temblando de susto, cayeron barranca abajo, hasta tocar el fondo.
Allá se quedaron toda la tarde, tratando de encontrar una salida. Por fin la hallaron y se lanzaron a campo abierto.
Caminaron un día más y de pronto vieron un nuevo hilo que se adelantaba tímidamente hacia ellos.
Ø ¿A dónde es el viaje?, le dijeron
Ø vengo de la hacienda, perseguido por ovejas, que me beben y no me dejan seguir.
Ø Te hemos preguntado a dónde te diriges
Ø A cualquier parte, pero quiero viajar.
Ø Pues no lo pienses dos veces y vente con nosotros
Ahora eran tres y formaban una pequeña corriente.
Más allá encontraron una ciénaga negra.
Ø ¿Qué haces aquí perezosa?
Ø Me eché a descansar hace algunos años y no tengo deseos de ir a ninguna parte.
Ø Mira que, por falta de actividad, te estás quedando paralítica.
Ø Y te estás pudriendo en vida. Ven con nosotros, que la vida no es estancamiento sino lucha y actividad.
Después de mucho esfuerzo, por fin movieron el agua estancada, que
se puso en camino lentamente.
Ø ¡Pero qué sucia estás y qué maloliente…!, le dijeron al poco andar.
Ø Eso es por haber estado tanto tiempo ociosa
Peor a medida que caminaban, el agua estancada se iba poniendo más ligera y pura, pues dejaba todas las suciedades en el camino.
Ø Ahora veo que el trabajo purifica el espíritu-admitió ella.
Al otro día hallaron a todo un arroyo, que se dedicaba a saltar por entre las peñas.
Ø Si convencemos a éste de que nos acompañe, seremos invencibles.
Y el arroyo juguetón no se hizo rogar para unirse a los viajeros. Y después del arroyo vino un pequeño río. Luego otro más grande y otro más. Ahora formaban una corriente colosal que pasaba rugiendo por los campos.
De pronto todos los viajeros lanzaron un grito:
Ø ¡¡El Mar!!
y era el mar soberbio y majestuoso.
Ø ¡Este era el triunfo soñado!- dijo el hilito inicial-. ¿Dónde estará ahora el pájaro que se burló, cuando aprendía a caminar?
Ø Estoy aquí y confieso mi error, dijo el ave, aprendiendo en el cielo pero tienes que reconocer que, sin unirte a otros, jamás hubieras llegado.
Ø Claro que sólo la unión hace las grandes cosas. Esto lo sabe los hombres más que yo-dijo el hilo de agua y se lanzó al mar
http://www.buscandoeldorado.com/pepitas/pepita1.htm#_ftn1

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